Abadie se jacta de ser "la más antigua fábrica del mundo", y parece han aprendido bastante en el proceso. Se pueden comprar librillos de 50 y 500 papeles a los irrisorios precios de 60 céntimos y 3'50 euros.
No se me ocurre nada malo que decir de este papel, salvo que quizás el precio pueda inducir al consumidor a pensar que éste es una medida de su calidad.
Nada más lejos de la realidad; de lo único que es medida su precio es de su grosor. Se trata de un papel extrafino, ligeramente más delgado que la mayoría, y sorprendentemente resistente a pesar de ello; y a menor grosor, menor coste por papel.
Lleva también una cantidad de pegamento ligeramente menor que la mayoría, lo justo para que pegue perfectamente y el papel sea solo la forma de contener el tabaco.
Incluso el librillo en si es resistente (ahora hablo del de 50) y su tono beis transmite calma y neutralidad y despide un ligero y agradable aroma (esto si resulta sorprendente).
Y si, sigo sin estar afiliado a ninguna empresa.
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